Parece algo obvio pero no lo es. Las marcas sí lo saben, pero muchas empresas textiles no tienen en cuenta lo importante que es contar con un diseñador (fijo o freelance) para que, entre otras cosas, sus colecciones tengan identidad propia.
El diseñador es quien pone en marcha la rueda de la empresa porque su trabajo es el punto de partida que acabará en un producto. De la calidad de su trabajo dependerán más tarde las ventas. Y, en definitiva, son las ventas las que marcan el éxito de una marca.
Otros rasgos que destacar:
Adaptación
La capacidad para adaptarse a la marca respetando al cliente es fundamental en casi todas las ocasiones. Suelo oír quejas por parte de los diseñadores tipo: es que la marca no me acepta o modifica todo lo que planteo… Y quejas por parte de las empresas tipo: no encuentro diseñador@s que se adapten a mi producto, tod@s quieren cambiarlo…
Si bien es cierto que parte del trabajo del diseñador es proponer cambios y/o novedades, no siempre las marcas están preparadas para esas propuestas.
El trabajo del diseñador es entender qué quiere y/o necesita la empresa para la que estamos trabajando. En ocasiones, necesitarán un revulsivo y un cambio y entonces será el momento de hacer las propuestas novedosas y esperar la decisión empresarial. En el caso de que la marca funcione con el producto actual, el diseñador debe adaptarse al producto y no al contrario.
Es por tanto necesario tener la capacidad para trabajar según el proyecto de diseño y respetar al cliente.
Instinto
Saber diseñar no es suficiente, también hay que tener instinto para la moda y capacidad para identificar las tendencias emergentes. Identificar las tendencias no es tarea fácil porque la moda va a un ritmo vertiginoso. Lo que parece que va a ser un éxito de ventas al inicio de la temporada puede quedar en una anécdota, y piezas con las que no contabas apenas pueden ser un éxito de ventas.
De ahí que, aparte de analizar las tendencias, intuitivamente sepamos qué productos pueden llegar a ser un éxito de ventas cada temporada.
Creatividad
Tener gran capacidad creativa es otro de los requisitos para ser un buen diseñador. Pero la creatividad en el mundo de la empresa está reñida con la excentricidad. Ser creativo significa en este caso también mejorar y renovar los productos de la marca para la que trabajamos sin salir del plan de ruta trazado por la empresa.
Conocimientos
Adquirir cuantos más y mejores conocimientos de tejidos y técnicas de fabricación es algo obvio. Si un diseñador se forma en profundidad y conoce las posibilidades que tienen los tejidos y cómo responden en los procesos de fabricación, tiene muchas más posibilidades de realizar colecciones acorde con las necesidades de la empresa.
Instinto Comercial
Aunque no es tarea del diseñador vender el producto, el instinto comercial es definitivamente importante cuando se plantea una colección. Eso se consigue, entre otros, sabiendo filtrar la información de las ventas de colecciones anteriores y, sobre todo, estando informado continuamente.
Dominio
Dominar las tecnologías y software tipo Photoshop, Illustrator, etc es un requisito básico para plasmar el trabajo que se realiza, tanto para mostrar el trabajo de diseño en sí como para explicar a nuestros proveedores qué queremos y cómo lo queremos.
Resistencia
Por último y no menos importante, la capacidad para trabajar bajo presión y cumplir los plazos para la producción de las nuevas colecciones cada temporada.
Y como recordatorio para los que diseñamos 🙂
