La mayoría de empresarios, sean grandes o pequeños, pasan una gran parte de su tiempo obsesionados con otras empresas que ellos creen que son su competencia.
En el textil, el shopping de otras marcas forma parte de nuestros inicios en las colecciones, e incluso, cuando estamos bloqueados, es una forma de aportarnos ideas. Nos vamos de shopping y acabamos comprando “esa” prenda que nos dará pie a una nueva pieza de nuestra colección o a una serie completa.
No somos los únicos, sé de buena fuente que por ej. SEAT, tiene en sus naves, cerca de sus diseñadores, coches de la competencia que analizan y diseccionan. Y sin ir más lejos, todas las marcas de telefonía móvil comprueban los dispositivos de la competencia para verificar qué pueden aportar ellos de más en sus nuevos lanzamientos.
En el textil hay un caso muy concreto de una diseñadora española a la que Armani vetó la entrada a sus desfiles… prácticamente fotocopiaba las colecciones
¿Es un error? Cada uno de nosotros actúa según cree. No está mal tener conocimientos de lo que pasa fuera de nuestra empresas. Conocimientos.
Puede ser igual de perjudicial obsesionarse como desconocer. Si por ejemplo lanzas un nuevo producto, sea el que sea, tendrás que saber cuál es el precio al que debes ofrecerlo pero, para ello no necesariamente necesitas saber a qué precio lo vende tu competencia o cómo es exactamente ese producto.
Si sabes qué quieres producir, busca al proveedor que más se ajuste a tu target, no te obsesiones con lo que hacen los demás. No sabemos el porqué de esos precios o calidad.
Cada uno en su empresa marca los márgenes que necesita según su infraestructura, nivel de exigencia, etc.
Y no solo en cuanto al precio. He visto colecciones que ni siquiera parecen colecciones. Son copy-paste, con alguna modificación, de otras muchas prendas de otras muchas marcas.
A veces son los empresarios los que nos pueden “obligar” a calcar una prenda de otra marca sea competencia o no.
Se supone que si otros lo han hecho antes, a nosotros también nos irá bien. ¿Seguro?
No, lo que le ha funcionado a tu competencia no tiene porqué funcionarte a ti. Ni siquiera sabes si le funcionó. Quizás en su almacén tiene toda la producción y tuvo pocas ventas. ¿Te das cuenta?
No sirve de nada obsesionarse con lo que hacen los demás.
Tu marca, tu empresa, eres tú con tu hoja de ruta y tus productos.
Ahora mismo, surgen pocos grandes creadores, y eso quizás sea porque, están todos tan obsesionados con lo que hacen los demás, que dedican poco tiempo a trabajar sus productos y/o su creatividad.
La industria va a una velocidad de vértigo. Por eso es importante no dejar que esa vorágine nos engulla y seguir empujando con creatividad y valentía.