Estudié psicología y, aunque conocía el mundo de la moda y había diseñado por cuenta propia, lo cierto es que en los comienzos de mi andadura por el mundo empresarial me topé con un gran problema: necesitaba experiencia, mucha experiencia. A este respecto te preguntarás 2 cosas: ¿experiencia en qué? y ¿experiencia de quién?

Respondiendo a la primera pregunta necesitaba asesoramiento en todo: desde una correcta planificación de las colecciones, pasando por la corrección de fichas técnicas, conocimiento de toda la cadena de suministro (ferias, tejidos, proveedores, etiquetas, ect.) y, en mayor medida, aprender a negociar con proveedores de prenda acabada.

Y, ¿quién me podía aportar dicha experiencia? Comencé a investigar e hice un repaso por todas las empresas de asesoramiento textil. Creo que llamé y analicé prácticamente todas las que existen en España, pero ninguna me ofrecía lo que yo quería. Lo que me ofrecían era hacer el trabajo completo, es decir, a sacar la colección que yo quería y llevarse una comisión por ello. Pero yo no buscaba que me hicieran el trabajo, solo que me enseñaran cómo hacerlo.

La frase «regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida», lo ejemplifica a la perfección.

Seguí buscando hasta que me topé, a través de LinkedIn, con Sonia Prada. Con ella encontré más de lo que estaba buscando: una vida entera dedicada al mundo de la moda, un conocimiento completo de este y sobre todo un amor puro por ello. En principio cobra por el asesoramiento, pero te regalará toda la experiencia y conocimiento que tiene. No busca que sus clientes dependan de ella, si no todo lo contrario, que aprendan para que puedan valerse por sí mismos.

En tan pocas palabras no puedo describir todo el camino que me ha ayudado a recorrer, pero sí que os puedo asegurar que probablemente no hubiera llegado hasta aquí sin ella o, por lo menos, no tan rápido.

100% recomendable.

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