Fue una liberación para la mujer. ¿Os imagináis tener que estrujar el cuerpo para conseguir curvas imposibles? ¿Sufrir de esa forma para estar “bella”?
Eso pasaba todavía en los primeros años del siglo XX en Europa y Estados Unidos, aunque el corsé se empezó a utilizar en el siglo XVII, en las cortes europeas. Fue a partir de la Revolución Francesa cuando cayó en desuso. Aunque, como os decía, en la primera década del siglo XIX se vuelve a usar de forma común.
Los torsos de las mujeres se apretaban dentro de estos corsés fortalecidos con metal (las famosas ballenas) que se ceñían a la espalda – brutalmente – con cintas. Además, llevaban almohadillas en las caderas y bajo los brazos para acentuar y conseguir un efecto óptico que simulara aún más la estrechez de la cintura.
Hoy, esas figuras de mujeres con cinturas de avispa nos parecen casi grotescas. Y tampoco nos veríamos en nuestras actividades diarias con este armatoste en el cuerpo. Si os fijáis en esta foto de la película “Lo que el viento se llevó”… en fin, no creo que se ajuste a la realidad, y dudo que se pudiera trabajar en el campo con el corsé aunque Hollywood así lo haya reflejado.
Últimamente vemos que la cultura gótica utiliza piezas similares al corsé pero son en realidad bustiers o tops, estas piezas hechas de encaje que imitan los antiguos corsés pero que casi no alteran la figura. O por lo menos, no como los antiguos, que apenas dejaban respirar.
Las mujeres que empezaron a rechazar esta pieza de vestir fueron las sufragistas inglesas, iniciando una campaña en contra del corsé en 1904, y poco después, las francesas se unieron a esta causa.
¿Quién fue el primer diseñador que se olvidó del corsé en sus colecciones? Paul Poireten 1906 introdujo una silueta innovadora, inspirada en el estilo imperio del siglo XVIII.
Poiret, con sus diseños contribuyó a la liberación de la mujer y a crear la estética que marcaría todo el siglo XX. Alérgico a la uniformidad de la época, pensaba que “los verdaderos elegantes son aquellos que inventan modas, los que las crean, no los que las siguen”.
Proclamado King of Fashion por el Metropolitan de Nueva York, que decidió denominar así la exposición dedicada en 2007 al maestro de la moda.
Sin embargo, las mujeres no se deshicieron completamente de la ropa interior de control. El corsé de ballenas se sustituyó por corsés de tubo elásticos que estrechaban las caderas y aplanaban el vientre.
Fue a partir de la primera guerra mundial, cuando las mujeres empezaron a ocupar puestos de trabajo que hasta entonces habían estado destinados exclusivamente a los hombres. Entonces los corsés se acortaron hasta llegar a la faja elástica que conocemos hoy.
Me ha interesado mucho el articulo.
Gracias.