Quizás ni te lo has planteado pero sé que si tu departamento de producto es un cohete y funciona como un reloj, estás vendiendo y no das abasto.
En mi primer post te decía que tu equipo de diseño es el maquinista que pone en marcha tu tren. ¿Lo recuerdas? Déjame preguntarte, ¿es tu empresa ya un tren de alta velocidad?
Vivimos unos momentos económicos muy inquietantes. Prefiero inquietarme a preocuparme, y de igual forma, prefiero ocuparme a preocuparme. Todo es incierto, va muy rápido, la inestabilidad es galopante y eso afecta a casi todos, empresas y profesionales de cualquier parte del globo terráqueo.
Por eso creo que es importante ir apuntalando los departamentos, e insisto en hablar del departamento de producto. Hubo un tiempo en el que casi no existía – por lo menos con este nombre -, después pasó a ser el departamento más “mimado” de la empresa. ¿En qué punto está el tuyo?
Si quieres avanzar un poco más haz un chequeo, y con estas 6 claves me gustaría colaborar a que des otro empujoncito:
Analiza: verifica si tienes las personas adecuadas. Si esos perfiles cumplen sus funciones, si puedes ampliar o debes reducir. Cada empresa es única en sus planteamientos, y con tu análisis obtendrás soluciones para actuar.
Planifica: ¿tienes un calendario de colecciones? Si no lo tienes ponte ya manos a la obra. Lo que a mí me funciona es la cuenta atrás. ¿Cuándo tienes que tener lista la producción? Esa es la fecha que va a determinar los pasos a dar. Marca los tiempos en tu calendario, ponlo bien visible y compártelo con todos los departamentos. Recuerda siempre que las ventas tienen que implicar a toda la empresa, no sólo a un departamento.
Organiza: da pautas, instruye, dirige, optimiza, ofrece los recursos necesarios para que todo el equipo funcione. Y exige resultados.
Libera: aunque en realidad debería haber dicho libérate. Cómo te decía en el post “7 rasgos de un equipo top de diseño: tu dream team”, todos los elementos del grupo tienen que ser independientes. Y si lo son, tú te liberas. Tu función es la de adjudicar a cada uno sus funciones y responsabilidades.
Invierte: en tiempo para dirigir. Si aplicas los puntos anteriores con rigor, la ejecución es del personal. Tu función es verificar y pedir resultados a los objetivos marcados.
Sé asertivo/a: en tus deseos pero también en tus propósitos. La asertividad es importante para que te sigan, para que acepten los retos y para motivar al grupo.
Estas claves aplicadas harán que tus ventas aumenten. Una cadena bien engrasada funciona mejor, y un grupo que se entiende, motivado y entregado a un proyecto, buscará la o las formas de mejorar el producto e introducirá novedades para aumentar las ventas.
Si tienes dudas puedes enviarme un e-mail y lo hablamos.
Este artículo fue publicado en la revista LA AUGUJA de la AICP (Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay) nº 42 de Abril de 2016. Lee la versión completa.